Pocas actividades físicas pueden igualar los beneficios cardiovasculares de correr. También es bueno para los músculos, los huesos y la mente, y puede ayudarte a vivir más tiempo
En lo referente a ejercicio cardiovascular, correr es un deporte único que ha perdurado durante milenios: la prueba olímpica más antigua (y la única en el pasado) consistía una carrera de velocidad conocida como stadion. Además, los beneficios prácticos se remontan a la prehistoria.
En la actualidad, el 13,8% de la población española asegura correr de forma habitual, según la encuesta sobre hábitos deportivos en España publicada este año por el CIS.
vivir más y mejor
Un estudio histórico de 15 años de duración publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology, por ejemplo, reveló que correr incluso entre cinco y 10 minutos al día se traducía en un aumento medio de la esperanza de vida de tres años. Duck-Chul Lee, coautor de la investigación y profesor de epidemiología de la actividad física en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Iowa (EE. UU.), afirma que estos beneficios se logran, en parte, porque «correr reduce el riesgo de muchas enfermedades y afecciones, como las cardiopatías coronarias y la diabetes de tipo 2».
Otro estudio longitudinal descubrió que los corredores tenían una tasa de mortalidad un 39% menor y experimentaban menos discapacidad física que los no corredores. Correr también se ha asociado a una disminución de los niveles de colesterol LDL y a una mejora de la presión arterial.
La actividad es buena para el crecimiento muscular y el aumento de la densidad ósea, lo que es especialmente importante para las personas mayores. «A medida que envejecemos, tendemos a perder masa muscular y densidad ósea», dice Ponzio; cirujana ortopédica del Hospital Universitario Thomas Jefferson de Filadelfia (Estados Unidos) y coautora de una investigación relacionada con el running. «y el ejercicio con pesas como correr es una forma eficaz de contrarrestar estas pérdidas». De hecho, un estudio demuestra que las carreras de larga distancia, en particular, aumentan los marcadores biológicos de formación ósea.
Por estos y otros beneficios relacionados, «correr puede reducir el riesgo de desarrollar osteoporosis y artritis», afirma Austin «Ozzie» Gontang, psicoterapeuta clínico y director de la Clínica del Maratón de San Diego (EE. UU.).
Controlar el peso de forma saludable es otra ventaja para la calidad de vida asociada al running. Uno de los motivos es que correr incluso a un ritmo moderado de ocho kilómetros por hora (muchos corredores superan los 19 km/h) quema 590 calorías por hora en una persona de 70 kilos, lo que supone tanto o más que cualquier otra actividad física medida por los CDC, como nadar, levantar pesas, montar en bicicleta o jugar al baloncesto. «Correr es una poderosa herramienta para quemar calorías y es crucial para perder peso y mantenerlo», afirma Gontang.
ventajas para la salud mental
Las ventajas del running para la salud mental no son menos llamativas. «Correr puede hacerse solo, pero a menudo tiene también un componente social, ya sea corriendo con un amigo o formando parte de un club de corredores o de una comunidad virtual», dice Karmel Choi, psicóloga clínica del Hospital General de Massachusetts y de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos); «esto se suma a los beneficios emocionales al reducir el aislamiento y aumentar la sensación de apoyo y motivación».
La actividad también puede ser buena para la depresión. Choi señala un estudio reciente que encontró que los individuos con depresión que comenzaron a correr regularmente «se recuperaron a tasas similares a los que toman antidepresivos.» Ha publicado una investigación de apoyo y señala que su equipo estima que si alguien cambiara sólo 15 minutos de estar sentado por 15 minutos de correr cada día, podría «reducir su riesgo de depresión hasta en un 26 por ciento.» En parte, esto se debe a que se ha demostrado que correr libera «hormonas del bienestar, como las endorfinas y la dopamina, que se han relacionado con un mejor estado de ánimo, la reducción del estrés e incluso el ‘subidón del corredor'», explica Choi.
Además de ayudar a sentirse mejor, correr se asocia a una mejora de la función cognitiva. «Correr puede potenciar la función cerebral mejorando la memoria y la capacidad de aprendizaje», afirma Gontang. Dice que esto ocurre porque correr aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y estimula la producción de una molécula conocida como factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), «que favorece el crecimiento de nuevas neuronas y protege las células cerebrales existentes».